“El amor no es cosa que se aprenda, ¡y sin embargo no hay nada que sea más necesario enseñar! Siendo aún un joven sacerdote aprendí a amar el amor humano. Si se ama el amor humano nace también la viva necesidad de dedicar todas las fuerzas a la búsqueda de un «amor hermoso». Porque el amor es hermoso. Los jóvenes, en el fondo, buscan siempre la belleza del amor, quieren que su amor sea bello” (San Juan Pablo II).

Un objetivo de esta actividad pastoral es transmitir a través de los cursillos prematrimoniales, que el matrimonio es un camino de plenitud que Dios propone. Es algo vivo, que se construye día a día, y que se cuenta con la ayuda de Dios para ello.

El cursillo Prematrimonial tiene como objetivo ayudar a los novios a poner cimientos al proyecto común que desean construir y que con la ayuda de la Gracia será la mayor obra de sus vidas. Entre el párroco y un grupo de matrimonios se imparten diversas charlas en torno a temas fundamentales sobre la vida matrimonial y familiar. Hay además espacios de diálogo que permiten al futuro matrimonio contrastar sus inquietudes. Un punto clave en esta preparación es ayudar a descubrir a los novios que en este camino matrimonial, no están solos. Casarse por la Iglesia es empezar este camino de la mano de Dios y de la Iglesia que acoge y acompaña.